Caminar un día a la vez

12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,

15 entre tanto que se dice:Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

Hebreos 3:12-15

Para los que lean esta forma de escritura, contare un poco de historia, hoy termine una fase que había decidido emprender hace escasos 60 días, 60 días que han sido diferentes para mí, como lo pueden leer en el post primero de este blog. Y ahora me encuentro aquí, lleno de dudas, pero justo Dios habla a mi necesidad en este pasaje. "No haya en ninguno incredulidad para apartarse del Dios vivo", es una parte muy díficil, ya creo, ya estoy viviendo en santidad y pureza pero no quiero alejarme, Dios no lo permitas, te quiero a tí. Bien dice el siguiente verso "exhortaos unos a los otros cada día, para que ninguno se endurezca por el engaño del pecado", debo seguir en este camino que he decidido. Pero me abruman una serie de preguntas, quiero sujetarme lo más fuerte que pueda de Dios, pero mi carne se resiste. Debo buscar consejo, pero me da vergüenza, más que eso debo poner a Dios al centro de mi vida. Dios toma mi vida. Quiero vivir un día a la vez.